Al poco tiempo, la multitud saltaba, bailaba, gritaba y todos los *aba mejores o peores que se puedan imaginar. Cuando llegaba el "Ring" (línea circular), la marabunta subía a los vagones y seguían aba que te aba.
No había viajeros, evidentemente. El asunto se puso peor cuando algunos con el nivel de excitación en zona roja se subieron a los techos del tren, después de haber regado con cerveza y otros líquidos de parecido tono a su alrededor.
De inmediato se presentó la policía, armada de cámaras de vídeo y otros útiles, con los que comenzaron a repartir estopa a algún loquillo que por pereza se quedó a tiro. Por supuesto la representación española en el evento fue numerosa (casi todos los Erasmus), pero la mayoría de los alborotadores eran autóctonos, que hacían que la estación recordara a la zona de copas de Lloret de Mar en una noche de agosto. Visto el desenlace, Carpe se retiró puesto que los antidisturbios seguían a lo suyo, grabando y desalojando a la turba que *aba desaforada.
poco tiempo, Carpe vio " La mala educación". Pero no tuvo nada que ver con lo acaecido en la fiesta. Simplemente que en su carrera en la universidad berlinesa se estudia a Almodóvar y proyectaron la película. Encantada aún por su visionado, Carpe comenzó a trabajar en su próxima presentación sobre S. Allende, pero eso es ya otra entrada.