Pues eso, a ver qué hacemos en Berlín una vez solucionado el menor de los problemas: alojamiento y universidad. Hay que hacer algo con la movilidad. Berlín es muy grande y el transporte es caro. Antes de empadronarse para conseguir los 150 euros de bienvenida y la posibilidad de acceder a un bono transporte de precio razonable, toca pagar. No obstante una mente Erasmus siempre está caliente (en todos los sentidos). En el que conlleva una permanente ebullición en búsqueda constante de soluciones a todo inconveniente que se precie, esas circunvoluciones cerebrales se dejan llevar, y sus neuronas encuentran una alternativa sorprendente: ¡ la bicicleta ! Sin duda que es una solución innovadora y emprendedora, puesto que a Carpe_diem habrá que haberle enseñado algún catálogo para reconocer la forma de dicho artilugio, que hace 15 años que no usa. Además, si tenemos en cuenta que si la temperatura baja de 15 º C, la friolera de Carpe_diem se pone el abrigo, es difícil imaginársela montando en bici a -15º C, sin pensar en un carácter ciertamente emprendedor. Total, 50 euros "p'al" turco del mercadillo, a quien no se puede preguntar por la procedencia del biciclo y cuya financiación en este caso parece que recaerá sobre el hermano.
Si no pasa nada raro, seguiremos contando cosas.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
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